Información es Poder. Cuando nos sentimos mal y vamos al médico, nos hace diversas preguntas para conocer nuestros síntomas y en base a ello, definir la posible causa y el tratamiento. Esto es, se informa. A través de los registros de producción el Veterinario identifica que le “duele” a la granja. A esta granja le duele la fertilidad, esta otra le duele los nacidos, a aquella la mortalidad, etc. Con esto se implementa una estrategia de control y posteriormente utilizamos la información para evaluar la respuesta a las medidas implementadas. Este es el enorme valor de los programas de gestión como el PigCHAMP®. Nos ayuda a identificar áreas de oportunidad y medir la respuesta de las acciones correctivas.
La información entonces debe cumplir dos requisitos básicos. Ser veraz y oportuna. Es indispensable que el personal de granja esté perfectamente consciente de estos dos aspectos. En la mayoría de los casos el tener hembras que no entran en celo, baja tasa de parición o mortalidad en lactancia no es por culpa del trabajador. Por ejemplo, tenemos experiencia de granjas donde hay una fuerte presión o manejan incentivos para reducir la mortalidad en lactancia. Si el trabajador no puede cumplir con el objetivo planteado, la manera más sencilla es alterar los lechones nacidos vivos. En algunas ocasiones los anotan como nacidos muertos (aunque no hayan muerto) y nos hace pensar en algún problema infeccioso, nutricional o de manejo. En otras ocasiones simplemente no se anotan y sospechamos deficiente integridad genética. Todo esto nos lleva a proponer soluciones inadecuadas. Por tanto, si la información capturada no es confiable ni suficiente, todo el trabajo se verá afectado. Imaginen que llegan con el médico y le dicen que se sienten mal, sin mayores datos. El galeno no tendrá suficiente información para atender el problema. De igual manera, si la información capturada en los registros de producción no es suficiente ni acertada, nos dará un falso reporte y por lo mismo, nuestra intervención no será efectiva. PigCHAMP® es una herramienta confiable que nos permite revisar diferentes áreas de la granja y llegar a conclusiones de valor. Es indispensable la comunicación con los operarios para que estén involucrados en los resultados y conozcan a detalle la importancia de su intervención y responsabilidad.
Solo hay algo peor a no contar con información verídica y en tiempo en granja. Y es el no analizar la información. Todo el esfuerzo de captura, tiempo e inversión en el programa de gestión no tendrá ninguna utilidad si los reportes no son revisados periódicamente por los responsables con la finalidad de tomar acción en las áreas de oportunidad. Es indispensable que al menos una vez a la semana se tengan reuniones ejecutivas de análisis de resultados, y en base a ello preparar un plan de acción.
Finalmente, los registros de producción nos indican lo que ocurrió en la granja. Querer manejar una explotación basado únicamente en los reportes de desempeño es equiparable a conducir un vehículo observando solamente el espejo retrovisor. Debemos ser proactivos y ver a futuro las necesidades del negocio de la producción de cerdo y carne de porcino. Hay muchas granjas que ya están superando una productividad de 30 destetados hembra año, 4000 kgs por hembra por año con una conversión alimenticia inferior a 2.5. La pregunta obligada es, ¿cómo están tus resultados?, ¿qué estás haciendo para mejorarlos?